Trabajo, estudios, responsabilidades domésticas, compromisos familiares… Nuestro día a día está tan cargado de tareas que resulta muy complicado dedicarnos unos minutos o saber disfrutar de la vida. Seguro que en más de una ocasión has sentido que, por mucho que te esfuerces o por muy temprano que te levantes, no eres capaz de sobrellevar todas las cargas ni de cumplir con todos los objetivos que, en teoría, deberías alcanzar. Es entonces cuando empiezas a sentir angustia, irritabilidad o tristeza. Efectivamente, se trata de estrés, una patología que padecen cerca del 42% de las personas en España.
¿Alguna vez te has parado a reflexionar sobre cuáles son los riesgos del estrés? ¿Cómo ese sentimiento de angustia y ahogo puede influir no solo en tus relaciones interpersonales sino también en tu propio organismo? Las consecuencias más comunes van desde la caída del cabello hasta problemas digestivos, sin olvidarnos de los dolores de cabeza, la pérdida de la memoria o los problemas cardiovasculares. Por eso es fundamental saber detectar el estrés a tiempo y ponerle remedio de una forma efectiva y que realmente ofrezca garantías de mejora.
Mensajes de automotivación, técnicas de crecimiento personal o libros de autoayuda son algunos de los métodos más habituales a los que recurren quienes padecen estrés, esperando encontrar en ellos la clave para salir de su situación. Pero, desgraciadamente, las expectativas no suelen cumplirse. Los consejos, rutinas y recomendaciones que podemos encontrar en estas fuentes son, por lo general, algo intangibles y abstractas. En el peor de los casos, abarcan el problema desde un punto de vista infantil, haciendo pensar que todo puede solucionarse con una actitud positiva y buen humor, lo que provoca incluso una mayor frustración en las personas que intentan llevar a cabo estas disciplinas, sin conseguir ninguna mejora en su estado de ánimo.
Entonces, ¿qué puedes hacer para relajarte y combatir el estrés? Lo primero, es tratar de priorizar tus tareas de una forma objetiva y tratar de reservar unas cuantas horas cada semana para tu cuidado personal. Una vez sepas de cuánto tiempo dispones, debes preguntarte qué actividades son las que más te llenan o satisfacen. Este es uno de los principales escollos: el deporte resulta aburrido, la meditación es demasiado ambiciosa, las manualidades requieren de cierta destreza y, al final, no hay nada con lo que nos sintamos 100% a gusto. Si crees que perteneces a este grupo, no te preocupes porque también hay una alternativa adecuada para ti.
El Shayking es una nueva técnica desarrollada con la finalidad de ayudar a las personas a disfrutar de la vida y a tener una existencia más plena, alejada de ese gran monstruo que es el estrés. Se trata de una combinación de movimiento saludable, juego, baile, gimnasia mental creativa, relajación y canto con la que conseguimos liberar tensiones, sacudir todo el cuerpo y hacer que la mente se expanda. Cualquiera puede practicarla y en muy poco tiempo comenzará a sentir sus beneficios:
El Shayking es, en definitiva, una novedosa forma de relajarte, abandonar las preocupaciones que más afectan a tu salud y cuidar a tu organismo a través del ejercicio y la diversión. Deja atrás los riesgos del estrés y descubre la vida que quieres. ¡Sacude tu vida y vive!